¿De qué hablamos cuando nos referimos a vaginismo?
El vaginismo se caracteriza por una contracción involuntaria de los músculos de la vagina, que impide la penetración de cualquier objeto, incluido el pene. Esta contracción muscular puede ser tan severa que incluso el contacto con los dedos puede ser doloroso.
¿Cuáles pueden ser sus causas?
Las causas más comunes ligadas al vaginismo son diversas y hay que tener claro que no son derivadas de una vagina estrecha o pequeña como se puede creer en muchas ocasiones. En algunos casos puede ser un problema que, sin una causa concreta, sale a la luz como respuesta involuntaria del cuerpo. A pesar de ello, en la mayoría de las veces las causas incluyen uno o más de estos factores:
· Preocupación derivada de la inseguridad en las relaciones sexuales. Esto provoca que nuestro cuerpo reaccione de manera automática como respuesta al factor psicológico.
· Un abuso previo o trauma sexual.
· Daños previos en la vagina que hayan alterado el funcionamiento habitual de los músculos.
· Dolores o molestias en las zonas circundantes.
· Relaciones sexuales incómodas y poco placenteras.
· Miedos y problemas asociados a la relación con la pareja.
· Factores de salud mental.
Antes de iniciar un tratamiento se necesita conocer detalladamente las causas que producen el vaginismo. Para ello:
- Se realiza un examen ginecológico exhaustivo que determine qué puede venir mejor para la disfunción.
- Se trabaja con las creencias erróneas que están sustentando ese miedo, así como el sentimiento de culpa y la frustración que puede estarse experimentando.
- Psicoterapia individual o de pareja. A través de la terapia individual se detectan creencias y los conflictos que están en la base del vaginismo. No obstante, si es necesario, también se recurre a la terapia de pareja.
- Fisioterapia de suelo pélvico: otra de las opciones que se pueden elegir es la aplicación de ejercicios específicos para los músculos de la vagina. De esta manera, podrás llegar a controlar los movimientos musculares, ayudando a la relajación voluntaria de la zona vaginal.
- Sexología: deriva de un factor psicológico como traumas sexuales previos o inseguridades, es recomendable tratar el problema desde el lado de la salud mental para conseguir ganar en confianza, seguridad y autoestima.
- Ejercicios de relajación: La relajación y la respiración profunda se utilizan a menudo para ayudar a aliviar el estrés y la ansiedad asociados con el vaginismo.
Los principales beneficios que conseguirás con el tratamiento para el vaginismo son la disminución de la ansiedad, el desarrollo de una mayor seguridad en tus relaciones sexuales y conocer mejor tu cuerpo y tu respuesta sexual.
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