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Principios de Yogyakarta

Por Celia Naranjo

PRINCIPIOS DE YOGYAKARTA


Hoy en día tenemos muy asumido que en la sociedad en la que vivimos la orientación sexual está cada vez más aceptada, pero nunca podemos dejar de luchar por nuestros derechos ya que en cualquier momento esto puede cambiar. Está claro que España no es uno de los peores países, pero también necesitamos muchas cosas que mejorar, como por ejemplo en la identidad de género.

 

 

¿Qué son los principios de Yogyarkarta?

 

Son algunos de unos principios en los que se les aplica la ley INTERNACIONAL de derechos humanos en temas concernientes a la orientación sexual e identidad de género. Estos principios deben ser cumplidos por los estados, haciendo un cambio en el futuro de las personas promoviendo que todo el mundo nazca libre, siendo iguales en dignidad y derechos.

 

 

¿Por qué son necesarios?

 

La presencia de asesinatos extralegales, tortura, maltrato, violaciones, invasión a la privacidad y discriminaciones a personas del colectivo LGTBIQ+ existe y es una realidad innegable.

 

La ONU considera imprescindible implementar estos derechos en todos los países, siendo para ellos una condición obligatoria en sus leyes. En total hay 29 principios.

 

 

Alguno de ellos son:

 

 

 

-       Derecho al Goce Universal de los Derechos Humanos, a la No Discriminación y a la Personalidad Jurídica.

En este mapa podemos visualmente contrastar en qué países la homofobia y transfobia está perseguida y en cuales no.

Todos los países con colores entre anaranjado – rojo – marrón tienen restricciones y limitaciones hacia la homosexualidad y la identidad de género. En 2020 había hasta 69 países que criminalizaban al colectivo LGTBIQ+, es decir, un 35% del total, una cifra bastante alta. En estos suele haber una restricción a la libertad de expresión además de una restricción al registro de organizaciones que trabajan estos temas, es decir, una limitación total de la libertad.


 

Fuente: ILGA Mundo


 

-       Derecho a la Seguridad Humana y Personal

 

Donde se incluirían: el derecho a la vida, vivir sin violencia y tortura, privacidad, acceso a la justicia, a no ser detenido arbitrariamente, ... etc.

Un ejemplo son los campos de concentración para homosexuales
en Chechenia, en Rusia. Allí se encuentra el caso de la represión y encarcelamiento en ‘campos de concentración’ de hombres gays, travestis y personas sexualmente diversas. Un acontecimiento del que se sabe poco en estos momentos porque seguramente la política de Chechenia querrá incubrirlo, pero hay testimonios horribles como el de un joven que afirma que “Tras días con las heridas abiertas, la gente comenzaba a oler a carne podrida”

 

También sabemos que en países como Irán, Nigeria, Arabia Saudí y Yemen tienen legalmente la pena de muerte, una circunstancia que hace que la calidad de vida para personas del colectivo sea totalmente nula.

 

 

-       Derechos Económicos, Sociales y Culturales

Entrarían en este derecho el empleo, el acceso a la vivienda, la seguridad social, la educación, servicios de salud... etc.


En España, cuando un bebé nace con un sexo no binario o intersexual, es violencia que para inscribirlos en el registro civil sus padres/madres/tutores deban determinar con un médico si el sexo es hembra o macho, determinando así obligatoriamente el sexo del bebé sin saber que repercusiones físicas y psicológicas tendrá en el futuro. También en otros países ni si quiera está permitida la operación de reasignación de género.

 

Es otro claro ejemplo que las personas trans* tienen un riesgo muy elevado de sufrir discriminación en la sociedad, como por ejemplo, a la hora de optar a  un trabajo o en la misma escuela, tanto como por sus compañeros como por los mismos profesionales, debiendo de ser la escuela un espacio de seguridad primordial.  

La FELGTB (Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales) denuncian que 1 de cada 4 mujeres ha sufrido discriminación en este ámbito laboral derivada por pertenecer al colectivo LGTBQ+. También muestran en algunos estudios que al 35% de las mujeres le resulta complicado hablar de su vida familiar en el trabajo por no sentirse cómodas. Es por ello lo necesario que es crear espacios de trabajos para ellas. Otro dato es que en general el 40% de las personas LGTBQ+ tiene dificultades para llegar a fin de mes. ¿Casualidad? No lo creo.

 

 

 

-       Derecho de Expresión, Opinión y Asociación

Los cuales manifiestan la importante de la libertad de expresarse con libertad Podemos ver una foto del Orgullo de Madrid, una manifestación que aún es tema de controversia, el cual muchas personas todavía defienden que este día no es importante porque las personas diversas ya tienen los derechos que tienen que tener, lo que es totalmente falso como estamos viendo. El dicho de “yo no voy por ahí pidiendo que pongan un día para el heterosexual” queda muy anticuado. El orgullo no es para celebrar que somos gais, sino para luchar por todos nuestros derechos que aún no hemos conseguido. La celebración de éste es idóneo para cuestionar la legislación homofoba y transfoba ya que los derechos conseguidos nunca deben darse por hecho. Entre los beneficios de estas marchas están el empoderamiento de los miembros del colectivo y la visibilidad que se les da.

En este derecho también podemos incluir el ejemplo en el que antiguamente existían bares clandestinos para que estas personas se pudieran reunir en un espacio sin discriminadas y con totalidad de libertad de expresión.

 

Orgullo de Madrid

 

 

-       Derecho a la Libertad de Movimiento y derecho a Recibir Asilo

La ley del Refugiado deberá ser aplicada a personas que huyan de su país por ser perseguidos por su condición sexual.

Hace tiempo hubo una noticia muy sonada de unas chicas las cuales eran pareja, una de ellas con nacionalidad egipcia y su familia de religión islámica.  Las persiguieron internacionalmente, las amenazaron de muerte y además las encerraron en una cárcel turca. Todo esto fue porque el padre de una de ellas la engaño fingiendo la enfermedad de su madre y la hizo ir a Arabia Saudí, donde la ley lo amparaba para retener a su hija allí.

 

 

-       Derecho a participar en la Vida Cultural y Familia

Es decir, a ser partícipes en la vida familiar, asuntos públicos y la vida cultural de su sociedad no teniendo ningún tipo de discriminación.

Hoy en día, esta ley está regulada al ser consentido el matrimonio de parejas del mismo sexo, pero en otros países no otorgan los beneficios de la sociedad conyugal, por ejemplo al otorgar pensión al sobreviviente de una pareja.

Es muy importante educar en diversidad cultural y familiar, así sabremos que no sólo hay familias con padres heterosexuales, sino también homosexuales, bisexuales, con padres/madres trans*, no binarios, monoparentales y un largo etc.

 

Foto @oh.mamiblue

 

-       Derechos de Defensores de los Derechos Humanos

Defender y promover estos derechos además de garantizar protección a los defensores de los derechos humanos.

Los defensores de ellos  “han recibido amenazas, asaltos a sus casas y oficinas, ataques, torturas, abusos sexuales, tortura con amenaza constante de muerte, e incluso la muerte. Lo que más preocupa a este respecto es la casi total falta de seriedad con que estos casos han sido tomados por las autoridades responsables” (informe del Representante Especial del Secretario General de la ONU sobre Defensores de Derechos Humanos).

 

Menciono como curiosidad el documental “Yes, we fuck”, que atiende a la sexualidad de la diversidad funcional. Defiende que este colectivo también tiene derecho a disfrutar del sexo libre mediante una propuesta inclusiva tratando de superar definiciones y terminologías negativas, reivindicando también el derecho a tomar decisiones, abandonar la marginación y el paternalismo. Siempre potenciando sus respectivas orientaciones sexuales e identidades de género.

 

 

-       Derechos a los Recursos Legales y Reparaciones y a la Responsabilidad Penal

Es importante perseguir mediante la ley a todos los violadores de estos derechos, y conseguir que se les de soluciones importantes y legales a los perjudicados de estos actos, por su libertad vulnerada. La ONU ha expresado en varias ocasiones su intranquilidad al ver que la protección hacia las personas pertenecientes de este colectivo es bastante insuficiente.

Un ejemplo a colación es la historia de Cristina Ortiz, “La Veneno”, que a pesar de ser una mujer, se vulneran sus derechos y cumple su condena penitenciaria en una cárcel de hombres, no teniendo ninguna opción a revocar su situación y a mejorar sus condiciones. 

 

 

Estos principios de Yogyakarta son muy importantes para entender muchas veces en qué momento se encuentra la lucha del colectivo LGTBQ+ y no darse por vencido, porque aunque muchos derechos estén conseguidos, quedar mucho camino por recorrer.

 

 

Celia Naranjo

Escuela Educación Sexual