Jayaera puertorriqueña: Una mirada de quienes somos lxs cuirs
Seis Mejías Rivera
Edición por Natalia Hilario De La Cruz
“La formación de diversidades subalternas, esto es, maneras de colonizar las formas de comprender y actuar de las poblaciones americanas de modo que su percepción del mundo, de las relaciones sociales y de su posición en él fortaleciera y reprodujera un orden social y jerárquico propuesto por la perspectiva europea. La colonización de las subjetividades se introdujo como regulador en actividades particularmente sensibles, como la educación, el uso de la lengua, la religión, la división sexual del trabajo, la catequización y en general, en la obligación impuesta de cambiar a millones de habitantes, de cambiar sus formas de vidas, agruparse en resguardos, y cumplir con determinadas labores en medio del dolor, la humillación, la censura moral y la amenaza de aniquilación cultural” (Pedraza, 2014).
Comienzo con esta cita de Pedraza ya que es importante para ofrecerles un contexto histórico y así profundizar sobre el concepto de estar jayá. Estar jayade es cuando te encuentras bonitx a ti mismx. Es ese momento en donde no te comparas con nadie; tu existencia, lo que estás viendo de ti, es suficiente. Pero esto es temporal, no tiene una larga duración, es caducable. El término de jayá viene del campo en Puerto Rico y este se incorporó en la comunidad Cuir puertorriqueña cuando lx cantantx Macha Colón y su grupo llamado Macha Colón y los Okapi hicieron una canción titulada “Jayá”.
Al unir estar jayade con la cita dada al inicio, se debe entender que las personas de Puerto Rico vivimos en una colonia. Es desde aquí que hacemos mundo, creamos nuestras realidades, nuestras subjetividades, experiencias de vida y todo aquello que implica crear a una persona a niveles psicológicos y sociales. A muchas de las generaciones puertorriqueñas se nos ha inculcado que tenemos que llegar a ser como los estadounidenses. Lo que eso significa es ser bonitx, es ser una persona blanca, con ojos claros, pelo rubio (preferiblemente), ser delgadx y altx. Por ejemplo, es normal que cuando un bebé nace en Puerto Rico algunas personas digan “Ay te salió blanquito, va a ser un bebé hermose” “Nena, que suerte que te salió canito, va a ser un rompecorazones” “Mira, si parece un americanito” “Ay, es un poco trigueñito, pero si se va pa’ allá fuera se te pone blanquitx”.
Yo no culpo a las personas por promover estos discursos, ni reproducirlos, ya que esto es parte del mecanismo de colonización y como lo explica Fanón, el colonizado se quiere asimilar a su colonizador. También tenemos herencia de nuestros antiguos colonizadores, o sea la herencia europea, el patriarcado y el machismo, que se insertó como veneno en nuestras culturas americanas. Es mediante esta que se implementó el binarismo, la heterosexualidad, la dominación masculina, la jerarquización de las personas, entre muchos otros sistemas opresivos latentes en América. Entonces, ¿cómo todo esto que estoy mencionando se puede relacionar a la sexualidad? Se refleja en nuestra autoestima, nuestra forma de vernos, en cómo queremos mostrar nuestra expresión de género.
La comunidad Cuir de Puerto Rico adopta este término de estar jayade porque alude a la resistencia de existir, en una colonia heterosexual y binaria. Esta es la forma en la que se encuentra la validación momentánea de que quienes somos importa. Que nuestra vida, nuestra autoestima, la forma en la que me estoy presentando, como me siento y lo que hago en ese momento sí importa. Estar jayade puede ser cualquier cosa que nos haga sentir bien con nosotres mismes; leer, la ropa que nos ponemos, tomar un café, hacer algo que nos gusta, estar con amistades, ir de fiestas entre muchas otras posibilidades.
Para las personas de la comunidad cuir estar jayades nos ha salvado la vida. Es mediante este estado que se contagia cuando nos encontramos, que nos permitimos disfrutar del momento, de estar presentes con la gente que nos entiende hasta donde podamos. Vivir en una colonia en medio del Caribe es una pesadilla ya que nos enfrentamos a situaciones que atentan contra nuestras vidas constantemente. Nos jayamos porque somos parte de una resistencia en la que no nos pueden colonizar más, nos jayamos porque somos validxs, porque somos personas que merecemos tener una vida digna en la que tengamos nuestros derechos. Es mediante la jayaera que también hacemos lazos familiares. La jayaera es ese momento en el cual podemos depender de otres para no apagar la luz de nuestras vidas. La jayaera es la respuesta Puerto-Caribeñe para el mundo. Somos más que el reggaetón, somos más que las playas bonitas y que el concepto de la erotización de nuestros cuerpos.
Jayarse también puede ser un sinónimo de amarse; amarse en el momento. Como dice Emma Goldman en su libro “Feminismo y Anarquismo”: “El amor que es el factor más poderoso de las relaciones humanas, desde tiempos inmemoriales ha desafiado todas las leyes hechas por los humanos y ha roto los barrotes de los convencionalismos de la Iglesia y de la moralidad” (Goldman, 2017). En este tiempo parece que amarse es una revolución, una que va en contra de lo hegemónico, lo binario, los roles de género, las múltiples categorías a las que muchas veces nos tenemos que enfrentar cuando nos tratan de encajonar en cuadritos, los ideales del estado, el control, entre otros. Amarse mediante la jayaera, aunque sea por unos momentos, rompe con todos los sistemas que nos están imponiendo sobre nuestros cuerpos y esas categorías. Lo que quiero proponer es lo siguiente para que hasta me cuestiones y te cuestiones a ti misme. Si nos seguimos amando como el sistema nos lo propone, desde esas categorías e ideales que no están diseñados para las personas que hemos estado viviendo desde la colonia, ¿qué es lo que nos permiten amar de nosotrxs mismxs? Si la realidad es que mediante la explotación de nosotrxs lxs colonizadxs depende el sistema para que continúe funcionando.
Para finalizar: “No soy el hombre lobo ni tengo la inmortalidad de vampiro. Lo único heróico que hubo fue el deseo de vivir, la fuerza con la que el deseo de cambiar se manifestó y se manifiesta todavía hoy en mí” (Preciado, 2020).
Referencias
Goldman, Emma. (2017). Feminismo y Anarquismo. Enclave de libros.
Macha Colón. (2012, noviembre 22). Jayá - Macha Colón y los Okapi. Retirado 24 de diciembre de 2020, de https://www.youtube.com/watch?v=i2K__dfInfY
Preciado, P (2020). Yo soy el monstruo que os habla: informe para una academia de psicoanalíticas. Editorial Anagrama.
Pedraza Gómez, Z. (2014). Al otro lado del cuerpo: Estudios biopolíticos en América Latina. Ediciones, Unidades: Universidad de Medellín.
¿Qué es la jayaera para ti? [Entrevista telefónica]. (20 de diciembre de 2020)
Escuela Educación Sexual