Blog

Volver

Fetichismo Racial

Por Natalia Hilario De La Cruz

¿En algún momento te has preguntado de qué consiste la fetichización de las personas de otras razas y etnias? ¿O si existen estudios al respecto? En el campo de la psicopatología de la sexualidad se ha abordado el análisis de los trastornos de la preferencia sexual mediante su enfoque en los trastornos parafílicos. Los trastornos parafílicos consisten de las siguientes bases clínicas:


  1. Implican fantasías y/o conductas reales.

  2. Involucran a:

  1. Personas adultas que consienten (o no) en participar de dichas fantasías o conductas reales.

  2. Objetos.

  3. Conductas en las que humillamos a otra persona o en las que se nos humilla.

  1. Existen varias posibilidades para integrar esas fantasías y/o conductas reales en nuestras prácticas sexuales:

  1. Son absolutamente necesarias para sentir excitación y/o satisfacción sexual.

  2. Aparecen durante determinados periodos de tiempo, generalmente ligados a estados de gran malestar personal o de excitación.

  1. El mantenimiento de estas conductas suele provocar un malestar que le impide a la persona llevar a cabo una vida normal en cualquiera de sus facetas.

  2. Este periodo de tiempo tiene una duración de al menos 6 meses.


El fetichismo racial según el DSM V y el CIE

Las parafilias se pueden definir como cualquier interés sexual persistente e intenso distinto del interés sexual por la estimulación genital u otras prácticas sexuales dentro de las interacciones con otros seres humanos consentidas y con parejas “físicamente maduras” y fenotípicamente “normales”.

Existe una categoría clínica para describir el fenómeno social del fetichismo racial: la Alotriorastia. Esta se define como la excitación causada por parejas sexuales de otras razas e implica la miscegenación (el mestizaje) y el sexo interracial. Además de este término, más allá del diagnóstico sobre el fetichismo en general no pudimos encontrar un diagnóstico que lidiara específicamente con su manifestación en torno a la temática de lo racial. Esto es solo uno de los muchos ejemplos de la carencia de reconocimiento que se ha dado históricamente en la disciplina de la psicología a los malestares psíquicos causados por las implicaciones sociales que tiene el componente de la raza sobre nuestros cuerpos:


“(Carrie) Hemmings, la co-autora de un estudio publicado en la edición de la Revista académica sobre asesoramiento y desarrollo multicultural de este mes, en el que se encontró que la mayoría de lxs consejerxs en los Estados Unidos no están preparadxs para identificar y tratar el trauma basado en dinámicas raciales, lo cual a menudo tiene como resultado el acoso, la discriminación, la violencia racial o el racismo institucional.”


“(Carrie) Hemmings co-authored a recent study, published in the Journal of Multicultural Counseling and Development this month, that found that the majority of counselors in the United States are not prepared to identify and treat race-based trauma, which often results from racial harassment, discrimination, violence, or experiencing institutional racism.”


En este caso veremos como estas implicaciones afectan lo que decidimos hacer con esos cuerpos racializados como no blancos (sean nuestros o de otrxs) al experimentar nuestra sexualidad. Esto nos permitirá comprender la pertinencia de comenzar a trabajar con esta dimensión desde la psicología cuando hablamos del deseo, qué lo conforma y, a la vez, qué conforma la manera en que nos percibimos. Cuando se trata de las explicaciones teóricas del fetichismo racial:

“La idea de raza no se apoya en ámbito alguno de la realidad biológica de la especie. Pero fue impuesta profunda y perdurablemente en la intersubjetividad de la población mundial, tanto entre sus beneficiarios como entre sus víctimas. Es el más profundo y perdurable producto de la experiencia colonial, y sin el colonialismo originado a partir de América no hubiera sido posible. Pero el colonialismo ha quedado atrás y su más perdurable producto aún forma parte constitutiva del específico patrón de poder vigente, la raza es, pues, un elemento de colonialidad en tales relaciones de poder.”

(Quijano, p. 275)

Términos Claves

Fetichización Racial

Se refiere a la preferencia exclusiva o casi exclusiva que tiene una persona por tener relaciones sexuales con otrxs que forman parte de un grupo racial específico al cual esta no pertenece (“A person’s exclusive or near-exclusive preference for sexual intimacy with others belonging to a specific racial out-group”):

“Fijación en las cualidades de una persona o su cultura al pertenecer a una raza o grupo étnico del cual no se forma parte. Por lo tanto, esto implica estereotipar y objetificar, no solo sus cuerpos sino también a la cultura de la que provienen.”

Objetificación Sexual

Esta puede ser definida como el acto de percibir y/o tratar a una persona como un objeto (“It can be roughly defined as the seeing and/or treating a person… as an object”). En general, la objetificación significa que tratamos a las personas como si fueran mercancía u objetos al no tomar en consideración su personalidad o su dignidad. Martha Nussbaum (1995, p. 257) ha identificado siete características envueltas en la idea de tratar a una persona como un objeto:

  1. Instrumentalidad (instrumentality): Tratar a una persona como una herramienta para cumplir el propósito de la persona que la objetifica. 

  2. Negación de autonomía (denial of autonomy): Tratar a una persona como si careciera de autonomía y autodeterminación. 

  3. Inercia (inertness): Tratar a una persona como si careciera agencia e, inclusive, movilidad. 

  4. Consumibilidad (fungibility): Tratar a una persona como si fuera reemplazable con otros objetos. 

  5. Violentabilidad (violability): Tratar a una persona como si no pudiese establecer límites.

  6. Propiedad (ownership): Tratar a una persona como si fuera la propiedad de otra (algo que se puede vender o comprar). 

  7. Negación de su subjetividad (denial of subjectivity): Tratar a una persona como si sus experiencias y emociones (si se considera que tiene alguna en primer lugar) no se necesitan tomar en consideración.

Hipersexualización

Se refiere al acto de considerar que algo sea extremadamente sexual o de resaltar sus características sexuales únicamente. En la actualidad, es casi imposible ver contenido mediático que no utilice la hipersexualización de otra persona como una estrategia para vender algún producto. Entender las razones por las cuales interactuar con estas imágenes puede ser perjudicial para la salud mental y la imagen propia de personas de todas las identidades de género, raciales, etc. alrededor del mundo es sumamente importante. Esto nos demuestra que nuestra sexualidad define nuestro valor, además de que incentiva al resto de la sociedad en la que nos encontremos a que nos perciba a través de un lente estrictamente sexual desde que somos niñxs.

Estereotipos que fundamentan el fetichismo racial


  1. La “Spicy Latina” y el “Latin Lover” 


Las mujeres latinas tienden a ser representadas en los medios de comunicación (en los Estados Unidos en particular) como seductoras descontroladas con temperamentos feroces. Tienen el cabello oscuro, la piel color de oliva y un acento pronunciado, exótico, que denota que son extranjeras. Los hombres latinos son “más calientes que los jalapeños” y tienden a ser morenos, altos y buenos mozos. Se pueden encontrar interpretando los personajes del limpiador de la piscina o el nuevo jardinero. Originalmente, el Latin Lover provenía de España o Italia pero, en la medida en que este estereotipo se ha ido expandiendo, ahora incluye a Puerto Rico, Cuba, Brazil y otros países latinoamericanos.




  1. El Jungle Fever


Según la definición provista por Urban Dictionary, “Jungle Fever” (o “fiebre de jungla”) se refiere a cuando una persona que no es negra se siente atraída sexualmente, de manera exclusiva, a personas negras. Usualmente se utiliza este término para describir los casos en que una persona blanca experimenta ese tipo de atracción. Al igual que en el caso de lxs latinxs calientes, se especula que esta atracción proviene de la hipersexualización de las personas negras. El estereotipo de la “Negra Caliente” se asemeja al de la “Spicy Latina” en la medida en que se hipersexualiza su cuerpo y se asume que sus actitudes en torno a la sexualidad incluyen el “desenfreno” y la “promiscuidad” debido a su naturaleza salvaje. Lo mismo ocurre con los hombres negros y el “Latin Lover”.

  



  1. El “Yellow Fever” y otras manifestaciones


Lo mismo que ocurre con el “Jungle Fever” pasa en el caso del “Yellow Fever” en donde se reproduce la misma dinámica. Urban Dictionary lo define como: “cuando una persona que no es de descendencia asiática se siente atraída sexualmente, de manera exclusiva, a personas asiáticas.” Este tipo de atracción se nutre de categorías como las “Submissive China Dolls” (o las muñecas chinas sumisas), por ejemplo: mujeres de descendencia asiática que se consideran como hiper femeninas porque corresponden a los esquemas más tradicionales del género femenino (son reservadas, limpian, cocinan, usualmente son delgadas, tienen la piel clara, el pelo largo, etc.). Existen otros estereotipos sobre otras minorías étnicas que contribuyen a los procesos de fetichización racial sobre los que no podremos abundar pero deberían tener en mente: El “Peligro Amarillo”, las “Dragon Ladies” (o “Damas del Dragón”), las “Oppressed Arab Women” (o “Mujeres árabes que necesitan que las salven”), entre otros.




Ejemplos históricos


  • “Durante siglos, los continentes desconocidos -África, las Américas, Asia- fueron imaginados por la erudición Europea como erotizados libidinosamente. Las historias de viajeros estaban repletas de visiones de la sexualidad monstruosa de las tierras lejanas donde, como lo contaban las leyendas, los hombres tenían penes gigantes y las mujeres se casaban con simios, los pechos de los varones afeminados rebosaban de leche y las mujeres militarizadas se cortaban los suyos [...] Dentro de esta tradición porno-tropical, las mujeres aparecían como el epítome de la aberración y el exceso sexuales.”


  • “En el Occidente, sólo las mujeres burguesas, blancas han sido contadas como mujeres. Las hembras excluidas por y en esa descripción no eran solamente sus subordinadas sino también eran vistas y tratadas como animales, en un sentido más profundo que el de la identificación de las mujeres blancas con la naturaleza, con los niños, y con los animales pequeños. Las hembras no-blancas eran consideradas animales en el sentido profundo de ser seres «sin género» (23), marcadas sexualmente como hembras, pero sin las características de la femineidad (24).”


    Referencias:

    1. Quijano, Aníbal (2014). Cuestiones y horizontes: De la dependencia histórico-estructural a la colonialidad/descolonialidad del poder / Aníbal Quijano; selección a cargo de Danilo Assis Clímaco; con prólogo de Danilo Assis Clímaco. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: CLACSO, 2014.

    2. https://plato.stanford.edu/entries/feminism-objectification/

    3. https://www.theodysseyonline.com/medias-effects-sexual-identity

    4. https://thinkprogress.org/black-americans-race-based-trauma-counselors-f60624aa8d0c/


Natalia Hilario De La Cruz

Escuela de Educación Sexual Explícita