No. Eyaculador precoz no es la persona que alcanza el clímax en 30 segundos, ni al minuto, ni siquiera a los 2 minutos de haber comenzado la relación sexual. La eyaculación precoz es aquella que se produce con una excitación mínima y, aquí viene lo importante: cuando no se desea. La eyaculación precoz no se explica por lo prematura que sea al iniciar el coito, porque el coito no es el único sexo que existe.Solo si no puede controlarla ante una estimulación ínfima es cuando podemos decir que hay disfunción sexual. Y únicamente tenemos que admitir que es un problema cuando esto afecte realmente al sexo con otra(s) persona(s). Es entonces cuando debemos buscar trucos para retrasarla.
Convertimos la eyaculación precoz en un insulto, una vergüenza para quien la sufre e incluso para quienes no la sufren. Y como dato curioso, os diré que la duración media de coito es de 3 a 7 minutos… y que, incluso por debajo de esos 3 minutos, pueden ser relaciones placenteras. Todo depende. Vaya, que durar más no tiene por qué ser igual a disfrutar más, amigs.
Si aún así quieres aprender a controlar la eyaculación, te dejo aquí unos consejos y técnicas que he recopilado:
#1 Relajación y respiraciónCuando vemos a alguien nervioso o enfadado le decimos aquello de “tranquilo, respira”. Esto es porque intuitivamente sabemos que el ritmo de nuestra respiración es muy importante para mantener la calma. Lo más común es respirar honda y pausadamente, pero también puede ser rápida y superficialmente. La idea es que la erección dure el mayor tiempo posible, mientras conserváis un ritmo respiratorio constante. Por supuesto, una película pornográfica, música o aquello que os excite facilitará (y amenizará) estos ejercicios.
#2 Ejercicios de KegelEl control del músculo pubococcígeo implica directamente la capacidad de retrasar la eyaculación. Y esto solo se logra realizando ejercicios de suelo pélvico; son sencillos, completamente gratuitos y los puedes realizar en cualquier lugar y momento.
#3 Identificar sensaciones con la masturbaciónLa masturbación es fundamental para ubicar el momento inmediatamente anterior a la eyaculación. Para ello, es tremendamente útil variar el ritmo y frenar justo antes de alcanzar el clímax. Podéis probar apartando la mano y respirando hondo, mientras mantenéis la erección. Cuando notéis que la eyaculación no va a sobrevenir, seguid masturbándoos y volved a frenar cuando llegue el momento.Estos tres trucos son esenciales. Si los combináis como ejercicios diarios, los resultados serán más rápidos y efectivos.
Y si quieres realizarlos con otra(s) persona(s):
#1 MasturbaciónDesnudaros y masturbad a vuestra pareja. No os toquéis. La idea es mantener la erección sin eyacular. Si habéis prolongado la excitación durante un buen rato, es el momento de pedirle que os acaricie. Suave y despacio. Solo cuando notéis que tenéis el orgasmo bajo control podréis indicarle que aumente el ritmo y/o la presión. En el momento que sintáis que vais a eyacular, parad en seco. Respirad y esperad a que la sensación orgásmica desaparezca. Cuando esto suceda, volved a pedirle que os masturbe. Poco a poco notaréis cómo sois capaces de aguantar, sin necesidad de frenar la estimulación.
#2 Apretón y fantasías eróticasEl apretón consiste en presionar el prepucio en el momento en que la sensación orgásmica aparece. Si os están masturbando, apartad su mano y apretad –sin haceros daño– hasta que sintáis que podéis continuar sin eyacular; retirad el pene y proceded de igual manera si se tratara de un coito. Un ejercicio avanzado consistiría en que vuestra pareja os alimentara con fantasías mientras el impulso eyaculatorio se desvanece. Aunque parezca una tortura, lo que se pretende es que os familiaricéis con la excitación, sin necesidad de eyacular inmediatamente.
#3 Controlando el coitoUna vez que empecéis a notar confianza, hay que practicar un coito ininterrumpido. Todo tiene que resultar natural y pausado. Las primeras veces simplemente hay que introducir el miembro viril. Vuestra pareja no debe fingir sobreexcitación ni moverse, o dado el caso, hacerlo de forma mínima. Esto sirve para que os acostumbréis a las sensaciones coitales, por lo que el uso de condón está doblemente recomendado.
Lo importante es tener paciencia, no avergonzar ni avergonzarse y comunicarse siempre. La eyaculación precoz es algo más común de lo que pensáis. Y sentir vergüenza o menos hombre no solo no ayudará sino que, además, no es de ningún modo cierto.
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