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El rendimiento en la cama

Por Alisse Deleau

Desde hace unos años existe una aplicación en nuestros teléfonos y tabletas. Esta aplicación te permite recoger y analizar tus datos en la cama. La duración, la frecuencia de las relaciones sexuales... todo se examina, hasta el número de empujones. En contra de las apariencias, esto no requiere que uses tus genitales en una pantalla táctil. Sólo tienes que colocar el teléfono en la cama y éste mide la intensidad, la frecuencia y la duración de las vibraciones durante tus relaciones sexuales. A continuación, la aplicación le comunicará las conclusiones extraídas de las estadísticas que ha registrado. Esto le dará una puntuación que le permitirá compararse a nivel nacional y  mundial. Los gráficos pseudocientíficos te permitirán evaluar tus habilidades sexuales y compartirlas, de forma anónima o no, en las redes sociales. Es posible comparar su puntuación con la media nacional, o con un nivel internacional.

A no ser que tengas un fetiche con la organización, o quieras acabar en los libros de récords como prometen sus creadores, esta aplicación no es realmente lo más sexy del planeta.

Cuesta 1,59 euros y sigue estando en el puesto 53 de las mejores aplicaciones de pago en Estados Unidos.

 

Según el sitio web de la aplicación, la actividad del usuario se registra gracias a los movimientos y sonidos, captados por el acelerómetro y el micrófono del teléfono. Nota: "No hay grabación, ni vídeo, ni pista de audio", presisa el creador...

Sin embargo, lo que realmente asusta es el aspecto competitivo de la aplicación. Esta aplicación te permite desbloquear diferentes niveles en función de las actividades que realices: usar un vibrador o hacer el amor durante al menos 40 minutos te hará ganar 50 puntos. Otros retos pueden hacerte ganar más puntos, como el "domingo perezoso", que consiste en realizar cinco penetraciones en el mismo día.

Como habrás entendido, esta aplicación no está pensada para medir el placer, la sensaciones y menos aún las caricias, sino el rendimiento basado en la penetración. 

Para resumir el espíritu de esta aplicación, hay que ir muy rápido, gritar muy fuerte y durar mucho para "ganar" el juego. Todo un programa.






 

Pero entonces, ¿cuál es el problema de este tipo de aplicaciones? Este tipo de aplicación y esta búsqueda excesiva de rendimiento nos ofrece dos grandes problemas: la angustia del fracaso y la pérdida del placer. En una época en la que el rendimiento es una parte importante de la cultura, tanto en el trabajo como en la vida personal, no es de extrañar que consiga colarse bajo las sábanas. Por miedo al fracaso, a ser juzgado o simplemente a no divertirse, la ansiedad de rendimiento socava las relaciones íntimas y la confianza en sí mismo de cualquier individuo que la experimente.

Las mujeres y los hombres que sufren de ansiedad de rendimiento a menudo se sienten obsesionados con una frecuencia de relaciones sexuales que a menudo consideran insuficiente. Sienten que no tienen relaciones sexuales con suficiente frecuencia, que su pareja se siente decepcionada y frustrada. Que su relación no es "normal" y, por lo tanto, se dirige al fracaso o a problemas mayores.

 

El placer, por muy agradable y necesario que sea, cuando no se experimenta de forma positiva, puede convertirse en una fuente de ansiedad si se vive como un objetivo que debe alcanzar a toda costa y de forma precisa. 

La pornografía contribuye a acentuar esto: erecciones que duran mucho tiempo, eyaculaciones que tardan en llegar a pesar de la intensa excitación, orgasmos potentes y ruidosos, una vida sexual basada en la penetración... En definitiva, una vida sexual llena de ilusiones y... mentiras.

La ansiedad que se siente ante tal deseo de rendimiento sólo puede inhibir el placer de simplemente estar en una relación con la otra persona. En una situación de estrés, el cuerpo se pone tenso, la mente se cierra y resulta imposible dejarse llevar. La amenaza de las emociones incontrolables provoca una reacción en cadena que sólo agrava los bloqueos y las reacciones disfuncionales.

 

¡Vive el momento!

 

Se supone que el sexo es una experiencia agradable y placentera. No es una carrera de obstáculos. Si estás constantemente anticipando un desastre, lo más probable es que tu cerebro te tome la palabra. Acalla esa voz destructiva y céntrate en el momento presente. Siente plenamente las caricias y deja que tus impulsos se desvanezcan. Si el cerebro está adormecido por el estrés, el rendimiento, el miedo al juicio de la otra persona... entonces el sexo no tendrá ninguna posibilidad de ser divertido y placentero. 

Para terminar, un consejo: si tu pareja te evoca la idea de utilizar esta aplicación de 1,99 dólares, deshazte rápidamente de esta idea y recurre a juegos, lecturas, películas, etc... que te permitirán crear novedad, despertar tu deseo y tu creatividad, ya sea solo o acompañado para disfrutar de una vida sexual más satisfactoria.

Alisse Deleau

Escuela de Educación Sexual