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La discriminación de las personas trans dentro de las aplicaciones de citas

Por Pablo Redondo

La discriminación de las personas trans dentro de las aplicaciones de citas

  

En los últimos años ha habido un gran avance en las diferentes aplicaciones de citas donde la población en general las ha comenzado a utilizar. Se han desarrollado algunas como por ejemplo “Tinder”, “Grindr” o “Wapo”. Esto establece que la sociedad se encuentra ante un cambio en los nuevos métodos para comunicarse y relacionarse, al igual que para una búsqueda de pareja. (Curto, 2020)

Pero también, este mismo autor cree que las redes sociales han provocado un antes y un después respecto a los incidentes de odio, en el ámbito LGTB y sobre todo en el colectivo trans. El odio en redes, páginas web y aplicaciones de contactos no ha disminuido. Son un territorio donde muchas personas creen que pueden protegerse, por lo que no dudan en atacar, insultar o calumniar y donde es complicado poder llevar a cabo diferentes acciones que puedan acabar con algún tipo de sanción. Esta información se puede comprobar en el Informe de incidentes de odio realizado por Arcópoli (2019), en los delitos de odio hacia el colectivo LGTB, donde se encuentran las personas trans, lo más repetido son las amenazas y el medio preferido es por internet con un 42,5%, seguido de las redes sociales con un 25,9%.

Por otra parte, otro informe, este realizado por el Ayuntamiento de Madrid (2019) sobre las experiencias vividas en personas trans, se explica que se suele asociar al colectivo con la promiscuidad y el sexo. Esto lleva a una mayor dificultad a la hora de buscar pareja en redes sociales, debido a la mala imagen existente, donde en algunas ocasiones se les llega incluso a considerar como objetos sexuales. El hecho de tener esta mala imagen sobre el colectivo trans ocurre porque en las aplicaciones de citas se reflejan los roles de género que existen en una cultura patriarcal. Además, una de las cuestiones más destacables es que las nuevas generaciones son más superficiales y están dominadas por la llamada cultura de la imagen, haciendo que exista un gran interés en el físico. (Mesa, 2018)

 



En otro lugar, además de esa importancia por el físico, también es común tal y como explica Gómez (2019) que la virtualidad hace que los usuarios puedan adoptar comportamientos que en el “cara a cara” no serían viables, llegando en ocasiones a desarrollarse agresiones u otros tipos de violencia a través de las distintas aplicaciones. Esto se debe a que lo virtual crea un mundo paralelo debido a la falta de contacto directo.

Según Curto (2020), Grindr se ha convertido en una de las aplicaciones más utilizadas por hombres gays y bisexuales, la cual pretende poner en contacto a las personas homosexuales, bisexuales, trans o queer del mundo. Pero no fue hasta diciembre de 2017 cuando se incluyeron otras realidades no normativas, ya que hasta aquel entonces no existía la posibilidad de seleccionar en los datos del usuario cuál era su identidad de género y los pronombres con los que quería que se le tratara. Esto demuestra que es una app dirigida principalmente a hombres cisgénero demostrando que, en este sistema, existe una identidad que se asocia con el rol social y con una biología incuestionable.

Además, refleja como dentro del colectivo LGTB existe una dominación masculina, ya que también toman una forma heterosexista y machista. Hace que muchos de los usuarios de estas aplicaciones reclamen la valía de su masculinidad y rechacen cualquier expresión que no concuerde con esa virilidad tradicional. Esta interiorización del género hace que cualquier variación en las rígidas estructuras que lo forman, trastoque cualquier validación. Por ello, cualquier hombre con comportamientos conocidos como femeninos o que opte por no cumplir la expresión de género masculina es visto como algo incomprensible, ya que lo proyectan como un prototipo de mujer. (Campbell, 2004)

 



Esta llamada feminidad errónea, les lleva a utilizarlo de forma despectiva debido a la rigidez existente respecto al sexo, el género y la sexualidad. Los usuarios que llevan a cabo este tipo de discriminación hacia las personas trans o aquellas que no cumplen aquella masculinidad ejemplar, creen que su identidad es la única honorable de acuerdo con su posición social, haciendo que crean que son hombres de “verdad” que buscan solo hombres de “verdad”. Esto lleva a que rechacen a aquellos hombres que no entran dentro del alineamiento de género, debido a que anteponen la incorrecta corporalización y la no posesión de un pene, antes que la transgresión sexual. (Connell, 1992)

Esto sucede cuando existe esa lógica falocéntrica masculina, donde se interpreta que el tamaño está relacionado con la virilidad, al igual que el volumen corporal o la cantidad de pelo. Esto lo tratan como una autojustificación respecto a la construcción social del cuerpo masculino y la posición social privilegiada que ocupan, demostrando que aquellas personas que no lo cumplen, no entran dentro de su rango de “hombre”. (Bourdieu, 2000)

Según González (2017) cree que pasa lo siguiente: Para las personas trans se hará el amor cuando las personas que queremos puedan expresar de forma abierta y honesta acciones de cuidado afecto, responsabilidad, respeto, compromiso y confianza hacia nosotras. El amor se hace donde existe la posibilidad de ser vulnerable y de compartir intimidad, no donde tenemos que estar a la defensiva. Las acciones que constituyen el amor solo son posibles en mundos donde no hay vergüenza en tener hijos, sobrinos y parejas trans (p. 69)

 


Como se ha podido comprobar, las personas trans tienen que soportar una gran cantidad de rechazo en las redes sociales y aplicaciones de citas a la hora de contactar con alguien desconocido. Nos encontramos en una sociedad que sigue sin conocer la realidad del colectivo, por lo que es necesario una actuación por parte del Trabajo Social. 

 

 

BIBLOGRAFÍA

Ayuntamiento de Madrid (2019) Historias de vida de la población trans que visibilizan su proceso vital. Ayuntamiento de Madrid. Recuperado de: https://www.madrid.es/UnidadesDescentralizadas/IgualdadDeOportunidades/Pu blicacion%20es/IncidentesOdioLGTBfobia/HISTORIAS-DE-VIDA-DEF.pdF

Mesa, O. (2018) Diferencias de género en la relación socioafectiva virtual e implicaciones educomunicativas en la red Tinder. Universidad de Granada. Recuperado de: https://idus.us.es/bitstream/handle/11441/87804/Pages%20from%20978-84- 17270-73-5-%203.pdf?sequence=1&isAllowed=y

Gómez Alonso, J., Latorre, A., Sánchez Aroca, M., & Flecha, R. (2006). Metodología Comunicativa. Barcelona: El Roure.

Connell, Raewyn W. (1992). “A Very Straight Gay: Masculinity, Homo-sexual Experience, and the Dynamics of Gender”. American Sociolo-gical Review, 57(6), 735-751

Bourdieu, P. (2000). La dominación masculina. Barcelona, España: Anagrama.

Fernández, M., Guerra, P., Concha, V., Neir, M., & Martínez, N. (2019). Violencia de pareja en personas con disforia de género. Ciencias Psicológicas, 13, 185-196.

 

Pablo Redondo

Escuela Educación Sexual